Comenzar una relación con la naturaleza dará el soporte a tus hijos que necesitan hoy mientras se convierten en el adulto que están llamados a ser…
Comenzar una relación con la naturaleza dará el soporte a tus hijos que necesitan hoy mientras se convierten en el adulto que están llamados a ser.
1. La Naturaleza es un apoyo para la salud física y mental de tus hijo/as.
El cuerpo se relaja cuando está al aire libre. Podría parecer que depende de la persona pero según estudios todas las personas tienen estos beneficios. Se ha demostrado que la Naturaleza promueve beneficios para la salud que incluyen la reducción del estrés y la ansiedad.
En cuanto al desarrollo físico, jugar en la naturaleza con regularidad no solo quema grasa; también desarrolla los músculos y la motricidad, la coordinación, el equilibrio y la agilidad. Incluso más que eso, promueve un amor por el movimiento de por vida, que dará a los niños la motivación para estar activos durante muchos años.
2. La Naturaleza te hace resiliente.
Si hay una característica que necesitamos ayudar a nuestros hijos/As a desarrollar en un mundo como el que les ha tocado vivir es la resiliencia. La naturaleza está en continuo cambio, esto enseña a adaptarse al cambio también. El permitir a los niños el juego independiente y al aire libre, ayuda a que desarrollen confianza en sí mismos, esto no se puede enseñar en ningún libro de texto.
3. La Naturaleza enseña a los hijos/as sentido de pertenencia y trascendencia.
Desde la psicología adleriana, hemos hablado de lo fundamental de que los niños (y los adultos) tengan un sentido de pertenencia y de trascendencia para poder prosperar, para poder llevar una vida feliz. El contacto con la Naturaleza: con el agua, con los insectos, con las semillas y el viento, el estar cerca de animales y poder cuidar de ellos, hace que los niños se sientan parte de algo más grande que ellos mismos, más allá de su familia y su comunidad. Incluso cuando hay niños que no logran tener una conexión saludable y sentido de pertenencia dentro de su familia, si se sienten conectados con la Naturaleza, pueden llegar a superar esos sentimientos adversos y sentir pertenencia. El contacto directo con la Naturaleza y sus criaturas hace que los niños/as se sientan valorados, se sientan capaces y desarrollen un sentido de compasión, empatía y responsabilidad y esto les da un sentido de trascendencia..
4. La Naturaleza promueve la conexión en familia.
Los momentos en la Naturaleza se convierten en recuerdos mágicos que nos duran toda la vida. Cuando pregunto a personas adultas sobre sus recuerdos felices de infancia, y pienso en los míos propios, la mayoría está relacionada con momentos en la Naturaleza y con seres queridos. Aún en personas que han tenido una infancia difícil, los momentos en la Naturaleza y esos recuerdos les ha ayudado a sanar heridas y construir nuevas decisiones desde ahí.
5. La Naturaleza desarrolla la imaginación y habilidad para visualizar
El juego al aire libre no estructurado brinda inmensas oportunidades para el juego imaginativo y el pensamiento innovador. Desarrolla la creatividad, la resolución de problemas y el desarrollo intelectual del niño.
Cuando se tienen hijos pequeños ni pensamos en el momento en que llegarán a la adolescencia, y deberíamos hacerlo. Durante la adolescencia, nuestros hijos experimentan cambios hormonales sustanciales y emociones abrumadoras. En su proceso de individuación, están tratando de encontrar su lugar en el mundo. Como padres podemos decirles que esas emociones son pasajeras, pero en el momento que ocurren esto no les aporta nada. Las decisiones que van tomando en este momento moldean en quiénes se convertirán.
Cuando de niños han tenido la oportunidad de experimentar juegos en la naturaleza, y explotar la imaginación, durante la adolescencia, les será más fácil imaginar una salida a esas emociones abrumadoras que pueden estar teniendo y que a veces pueden asustarles mucho.
La visualización es poderosa. Si queremos que nuestros hijos tengan la capacidad para verse fuera de un problema o superando una mala situación, el darles tiempo para aburrirse y potenciar sus habilidades de imaginación les ayudará a desarrollar el musculo de solución de problemas.
Traducido y adaptado de un artículo de Penny Whitehouse