Uno de los grandes retos que tenemos quienes decidimos educar a nuestros hijos en casa es el tema de la organización en la dinámica de Homeschooling. Al hablar de retos en la organización nos podemos referir a la falta de estructura, rutinas o de horarios y tiempos de trabajo con los hijos.
El hecho que a muchos de nosotros nos cueste encontrar una estructura adecuada para promover el aprendizaje en familia va en dos vías por un lado desde el papá y/o mamá y por otro lado desde los hijos.
Como padres, nuestro mayor referente de estructura para el aprendizaje es la escuela. Entonces, sobre todo al inicio, buscamos casi replicar la dinámica escolar en la casa, y así nos encontramos dividiendo al día en materias, nos imaginamos que necesitamos unas seis horas para trabajar cada día, pensamos quizá en fichas de trabajo y lecciones explicativas. Esta idea por un lado nos da una especie de seguridad, «así es como aprenden los niños en la escuela, entonces aprenderán en casa también» pero resulta que no es tan fácil como hacer copy-paste. Por otro lado con el paso de los días nos empieza a abrumar y más si tenemos más de un hijo y están en distintas edades o procesos de aprendizaje, simplemente no es sostenible, porque no está diseñado para un ambiente de familia.
Por eso, esta dinámica no suele ser muy motivadora para los hijos que muchas veces empiezan a rebelarse, y es que lo cierto es que el ambiente de aprendizaje en casa es muy distinto al de la escuela. No estoy diciendo que sea mejor o peor, solo que al ser distinto debemos buscar otros medios y otras dinámicas. La energía que fluye en cada uno de estos ambientes invita a plantear el aprendizaje de manera diferente.
Pero otra cara de este gran reto es que quizá debido a la excesiva directividad que los hijos viven en la escuela, pues por lo general, es el profesor quien les dice lo que deben hacer, cómo, cuándo, dónde y hasta con quién. Es la profesora la que le dice si está bien o está mal. Siempre hay alguien más que les dice qué libros, qué recursos, qué actividades, qué metodologías podemos o debemos usar.
Si nos damos cuenta esto hace que nuestros hijos desarrollen poca autonomía respecto a su proceso de aprendizaje, pues no se les da muchas oportunidades para desarrollarla y gestionar su propio tiempo, espacios y recursos. Y tampoco ayuda al autoconocimiento, pues al no fijarse de forma individualizada en los estilos de aprendizaje, temperamento, necesidades e intereses de cada niño, pues se lo hace de forma estandarizada, los niños también dejan de fijarse en sí mismos y dependen más del adulto. Lo mismo pasa con nosotros como mamá y papá, dejamos de observar a nuestros hijos, dejamos de verlos a ellos, y empezamos a ver fuera, lo que los demás nos dicen o lo que los demás hacen.
Por esto último, considero yo, el reto es más grande, siendo sinceros, la escuela (o la dinámica que se da en la escuela) no solo limita esta capacidad en nuestros hijos sino también en nosotros como padres. Por eso se nos complica tanto el educar en casa, porque no hay quien me diga qué contenidos debo enseñar, qué recursos debo usar, no tengo una lista de útiles, y tampoco un horario establecido o una guía totalmente estructurada de cómo debo organizar mi día para que mis hijos aprendan de verdad. El homeschooling me da la libertad de elegir, pero también se puede tornar en un peso porque la decisión la tenemos nosotros mismos. El empoderarnos de nuestro aprendizaje en familia no es fácil, es un proceso y debemos ser pacientes porque no se da de la noche a la mañana, pero también debemos trabajar en ello porque no se va a dar solo. No es magia, es decisión, compromiso y perseverancia.
Repetimos siempre que en homeschooling no hay recetas. Cada familia debe encontrar su propia receta. Algunas familias podrán tener una estructura más rígida, otras quizá funcionan sin ningún tipo de estructura. Esto puede ir variando según el contexto de cada familia o el momento o etapa de vida familiar, pues no es lo mismo educar a uno que a cuatro, o a pequeños en su primera infancia que a adolescentes.
En Skholé nosotros como programa buscamos un estilo más balanceado, al fundamentarnos en la Disciplina Positiva, buscamos estructura y orden al mismo tiempo que la libertad y flexibilidad. Se toma muy en cuenta las necesidades, ritmos e intereses de los hijos pero también las necesidades, tiempos y principios de los adultos y los valores que tienen como familia.
Ahora dentro de este marco cada familia irá descubriendo cada ingrediente que le va mejor. Lo lindo de ser una comunidad es además poder apoyarnos y guiarnos desde las distintas experiencias y aprendizajes. Así lo que uno hace podría servirle de inspiración a otra familia.
En esa línea de buscar inspirar podemos presentar distintas propuestas de organización de madres educadoras según sus propias experiencias con sus hijos y realidades.
Uno de los sistemas de organización en la dinámica de aprendizaje en familia que a mí personalmente me gustan mucho y han inspirado mi homescholing es el Modelo de Power of an Hour de Donna Goff https://mentoringourown.com/power-of-an-hour-overview/ que les invito a revisar.
Otro sistema de organización que ha sido muy útil en mi dinámica de homeschooling es el conocido sistema de Work Boxes de Sue Pattrick, http://www.workboxsystem.com/ en español también se lo conoce como Educajas. Esta es la página oficial del sistema pero la idea es que ustedes lo adapten a su propia realidad y dinámica que vayan probando, que vayan equivocándose, y en cada paso que se de recordar que estamos aprendiendo como familia y que nuestros hijos están aprendiendo no solo de las actividades y propuestas sino de nuestro propio ejemplo.
Fabiola Narváez